Se debe determinar cómo se va a
implementar el SGSI, establecer los límites, su aplicabilidad, los asuntos
internos y externos que afecten los objetivos del mismo, los requerimientos de
las partes interesadas y las interfaces y dependencias.
Se debe elegir en qué áreas de la
organización se desea implantar el SGSI, por lo general son aquellas que por
sus funciones o responsabilidades ayudan a dar cumplimiento a la misión
institucional.
El propósito del alcance es
definir qué información se va a proteger, no importa si esta información se
almacena dentro de las oficinas de la organización, en la nube o si se accede a
dicha información desde la red local o remotamente. El punto es que como
responsables de la seguridad de la información debemos de protegerla sin
importar dónde, cómo y por quién se accede a esta.
Si tenemos información que queda fuera del
alcance del SGSI no significa que no se le aplicarán medidas o controles de
seguridad, implica que la responsabilidad de la aplicación de dichos controles será
transferida a un tercero quién administrará y controlará la seguridad de esa
información.
La organización debe tener en cuenta lo siguiente:
Contexto de la organización: Su análisis permite identificar los
asuntos o problemas internos o externos de la organización, así como sus
debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que puedan afectar los
objetivos del SGSI.
Es fundamental someter a
valoración tanto el contexto interno (producto y servicios), como externos
(logística, clima laboral u organizacional).
Fijación y medición de objetivos:
- Los objetivos deben ser medibles, aunque no sean cuantificables.
- Deben ser comunicados a toda la organización, puesto que todos deben ser conscientes del objetivo que se persigue y que un descuido puede traer consecuencias negativas.
Contexto interno: Se podría considerar la estructura orgánica,
funciones y responsabilidades, la estrategia de negocio y los objetivos, las
capacidades y los recursos, la cultura organizacional, sistemas de información
y procesos, etc.
Contexto externo: Los más importantes son las partes o áreas
interesadas, pero también se puede incluir factores políticos, económicos,
culturales, tecnológicos o tendencias que podría tener un impacto para la
organización.
ISO/IEC 31000:2009: Proporciona
directrices para la gestión de riesgos, los que podrían tomarse en cuenta para
la identificación de problemas internos y externos.
Cómo identificar los contextos internos y externos
Para identificar el contexto interno se debe
hacer lo siguiente:
- Asegurarse de que los objetivos de seguridad de la información están alineados con la estrategia organizacional (punto 5.1.a).
- Realizar la evaluación de riesgos, incluida la identificación de los sistemas de información y las relaciones contractuales (punto 6.1.2 y 8.2).
- Determinar los recursos necesarios para establecer, implementar, mantener y mejorar el SGSI (punto 7.1).
- Determinar las funciones y responsabilidades para los roles establecidos de la seguridad de la información (punto 5.3). La alta dirección determina estas responsabilidades para asegurar que el SGSI cumple con los requisitos de la norma e informar sobre el desempeño del mismo.
- Determinar las capacidades o competencias de los usuarios que participan en el SGSI (punto 7.2).
Para
identificar el contexto externo se debe hacer lo siguiente:
- Comprender las necesidades y expectativas de las partes interesadas (punto 4.2).
Partes interesadas:
Son las personas u organizaciones que influyen en la información o que son
afectadas por las actividades de la seguridad de la información.
Cómo identificar las interfaces y dependencias
Dependencias: Es fácil de describir gráficamente. En un
círculo se debe determinar los procesos que se incluyen en el alcance y fuera
del círculo los procesos que se proporcionan desde fuera del alcance. Por
procesos se entiende, los principales procesos del negocio.
Interfaces: Son importantes para entender los límites del SGSI.
Para definir el alcance debemos tener en cuenta algunas cosas:
- El propósito de disminuir costos acotando el alcance del SGSI a menudo puede resultar en muchos dolores de cabeza. Cuando el SGSI no abarca a toda la organización, los departamentos que quedan fuera deben tratarse como un proveedor externo.
Ejemplo
1: Si el alcance del SGSI sólo abarca el área de TI y no el sector de compras,
a pesar de que el área de TI usa los servicios de Compras, el área de Sistemas
deberá realizar un análisis de riesgo que determine si el flujo de información
de la cual es responsable el área de TI está comprometida o no, es decir si
existe algún riesgo.
Ejemplo 2: Si
el alcance del SGSI abarca y excluye a dos áreas que trabajan en un mismo
departamento (oficina), además si estos usan una misma red, sin divisiones
(VLAN) y por ende tienen acceso a los servicios de red, es muy complicado y
poco factible este acotamiento del alcance del SGSI, debido a que no habría
forma de controlar el flujo de información.
Es
muy importante definir correctamente el alcance del SGSI, sí la organización no
es muy grande, cuenta con unos cientos de colaboradores, algunas sedes; es muy
recomendable que el alcance del SGSI abarque toda la organización. Por otro
lado si no es posible abarcar toda la organización es recomendable que se
definan documentos internos (acuerdos, procedimientos, políticas, etc.) con las
áreas que quedan fuera del alcance, de tal manera que las responsabilidades queden
documentadas.
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